Incienso: Este aroma favorece la apertura de conciencia y evolución interna maximizando la esencia divina.
Ruda: Desarrolla raíces profundas de amor, prosperidad y equilibrio en los ambientes, su humo es poderoso restaurador de energía vital.
Anís, canela y romero: Estimulan la prosperidad, amplifican el poder interior de la intuición, al conectar nuestro cuerpo material con nuestra esencia infinita, omnipotente y espiritual.
Lavanda: Gracias a sus propiedades de purificación y limpieza es relajante, ayuda a la sananción espiritual y material, atrae energía positiva y renovada a la armósfera y los espacios donde se utilice esta hierba sagrada.
Palo Santo: Aumenta la sensación de calma y bienestar, al atraer energías positivas y armoniosas a quienes estén en contacto con este humo sagrado y renovador.